Seguimos trabajando duro, y se nota. Primero porque cada día estamos más cansados y aunque estamos como locos por entrenar... vamos a recibir el día de descanso con los brazos abiertos. Segundo porque también comprobamos nuestra mejoría poco a poco y con el paso del tiempo estamos mucho más compenetrados, familiarizados también con los entrenadores y con las nuevas instalaciones, ahora es todo muy fácil.

Si tiene algo este Campus es que, por mucha intensidad que tengamos por las mañanas a la hora de trabajar, por la tarde no cedemos ni la mínima para intentar ser los mejores. Las competiciones toman su protagonismo y ya estamos a mitad de camino, después del sábado llegarán los días clave para terminar de sumar puntos e intentar estar más arriba.

¿Recordáis aquél famoso programa televisivo que se llamaba 'Furor'? Pues aunque muchos de nosotros somos tan pequeños que nunca lo hemos visto, aquí hemos podido vivirlo entre risas y pasándolo genial. Todos juntos, como siempre, con grupos formados por mayores y pequeños y tratando de hacer la mejor canción o la mejor coreografía. Imitar a los monitores se convirtió en un recurso muy bueno para ganar puntos con un jurado muy muy muy exigente.

¡No podían faltar a su cita de cada año! Algunos pensábamos que los monstruos se habían quedado en Aranjuez... pero no. Al llegar la medianoche tuvimos que volver a completar alguna arriesgada misión, en esta ocasión, debíamos liberar a un ermitaño desaparecido hace mucho mucho tiempo aquí, en los Montes de Toledo. Lo conseguimos todos los grupos, pero el camino no fue sencillo y nos cayeron unos cuantos sustos.